Las fobias son un conjunto de manifestaciones sintomáticas muy intensas ante un estímulo percibido irracionalmente como desbordante. Las fobias se pueden manifestar en 4 aspectos distintos:
- A nivel cognitivo la persona percibe la situación como peligrosa, imposible de controlarla y se percibe a si misma como totalmente incapaz de afrontarla
- A nivel emocional predomina el miedo, la ansiedad y la tristeza por sentirse incapaz ante la situación
- La manifestación somática irá relacionada con síntomas físicos como sudoración, palpitación, dificultad de respiración, temblores, etc
- A nivel conductual la persona llevará a cabo acciones para evitar la situación fóbica, escapar y huir cuanto antes de esa situación una vez que está en ella, o incluso quedarse paralizada mientras que dura la situación.
Son uno de los trastornos psicológicos más comunes, ya que se estima que una de cada 23 personas en el mundo sufre de alguna fobia en algún momento de su vida.
Existe un enorme abanico de situaciones fóbicas con sus nombres específicos, pero las más frecuentes serían fobia social, a volar, a conducir, agorafobia, claustrofobia, a la sangre e inyecciones, a los insectos etc.
Muchas de las fobias tienen su origen en experiencias traumáticas relacionadas con la situación fóbica. Un tratamiento adecuado debe ir encaminado a procesar aquella sucesos origen y las situaciones posteriores asociadas combinado con exposición gradual (en vivo o en imaginación) a la situación.
Las fobias no asociadas a otros trastornos son uno de los trastornos con mayor índice de éxito en las terapias psicológicas.