Bullying y mobbing (acoso escolar y laboral respectivamente) son dos tipos de fenómenos que se dan en nuestra sociedad produciendo serias consecuencias a nivel psicológico en la persona que los sufre. Estas consecuencias pueden ser tanto en el momento que se recibe el acoso como consecuencias en el futuro aunque la persona ya no esté en el foco de acoso.
Quizás sea en el bullying donde estas consecuencias futuras tengan más repercusión. Esto es debido en parte al menor desarrollo emocional (y por lo tanto menor capacidad de protección ante eventos estresantes y traumáticos) que tiene un escolar que sufre bullying frente a un adulto que sufre mobbing. Entre las posibles consecuencias psicológicas futuras relacionadas con el bullying se pueden señalar trastornos ansioso-depresivos, fobias sociales, trastornos alimentarios, trastornos adictivos, etc.
Un buen tratamiento de las consecuencias de un acoso sufrido en el pasado pasa por reelaborar esas vivencias, reprocesandolas con el fín de reducir la carga perturbadora asociada a esos recuerdos y que han generado en la víctima una serie de pensamientos negativos sobre si mismo («soy debil», «no valgo», «no soy capaz de» etc). Este reprocesamiento dará lugar a que estos pensamientos negativos sobre uno mismo sean sustituidos por pensamientos positivos más adaptativos («soy fuerte», «soy válido», «soy capaz», etc) que ,por otra parte, reducirán la sintomatología presente fruto, en parte, de un acoso en el pasado.
- Tríptico EMDR y bullying
- Guía El moobing o acoso laboral, ¿cómo defenderse?